De blogueros y otros males

bloguerosAhí me encontraba 15 minutos antes de la reunión, pensaba “¿cómo vendrá vestido?, ¿lo voy a conocer?, de plano en jeans y camiseta vendrá. Total es esquinero y sospechoso con el agravante de ser salvadoreño… jejejejeje” esas frases se repetían una y otra vez en mi cabeza. Mire de nuevo el reloj apenas había pasado 4 minutos de la última vez que lo vi.

Realmente estaba ansioso, raro en mi, acostumbrado (por mi trabajo) a jugar y parapetarme entre la barrunta y los clientes nuevos. Entro un tipo, algo me dijo que era conocido, pero nunca lo había visto, mas tarde me entere que era su hermano, compro una taza de café y se sentó a unas 4 mesas de distancia. Sigue leyendo